Sé que fui cobarde
Nunca me despedí de ti
Egoístamente creo que fui tu querido amor frustrado, vivo el recuerdo de aquel primer encuentro en esa vieja iglesia de Santa Cruz de Tenerife, me derrumbaron tus ojazos negros y me estremeció el color negro y los metales de tu sillón de ruedas que contrastaba con los bancos de madera de siglos pasados, tus rezos y palidez de piel
Te aferrabas a tus manos entrelazando los dedos, golpeabas tu frente con cariño , pedias algo con rabia , pedias lo que pedias , todo eran susurros en tus labios carnosos, te miraba pensando que nadie adivinaba que te veía , pero el señor si lo sabía , me escondía entre los grandes candelabros con sus velas en llamas que aunque intentaban ,no desfiguraban tu rostro, tu cautivador y amargado rostro
Me las arregle para saber quien eras, mirarte hipnotizado era entre salmos mi pasión todos los domingos, mucho más después de saber que vivías dos pisos debajo del mío en la avenida Anaga y teníamos el atlántico para nosotros de frente, saber que a los quince anos te quedaste inerte de la cintura hacia abajo cuando junto a tu primer amor de adolescente te escapaste de tu casa familiar para ir a una discoteca pero un barranco fue el destino final, nunca más volviste a saber de amoríos
Decidido a verte de cerca entonces fue que me atreví a acercarme a ti
Al final de la misa ese dia, entre tus amistades que se esmeraban porque tu sillón fuera gentil deslizándose cuesta abajo la escalinata me metí en el grupo como si fuera tu amigo de siempre, al llegar a la acera recuerdo que me agarraste una mano y me dijiste:
Empújame hasta el coche
Claro que si, te respondí
Sé que vives en el edificio El Ancla, me aseguraste
Claro que sí, pero estoy de paso
Todos lo estamos , dijiste dulcemente y agregaste, el próximo domingo siéntate a mi lado, quiero darte la paz cuando culmine la misa
No dije nada
Entonces solo sé que te cargué en brazos, me sentí glorioso tenia tus dos mitades cerca de mi pecho, la muerta y la viva , te senté al volante de tu auto, guarde tu sillón y sin decirme adiós te fuiste llorando , nunca supe porque
Desde entonces, por largos meses nos dimos la paz en besos que dios sabe eran amor hasta que un dia me marche sin avisar, me lleve los recuerdos de cuanto nos amamos frente al vasto atlántico , cuanto me deje amar , me deje manosear por tu pasión deliciosa, nunca me habían devorado con tanta calentura y nunca faltamos a misa los domingos
Pasaron más de dos decadas
Hace días mientras movía cajas viejas, para guardar el vuejo sillon de ruedas que ya no usa mi padre y que donare a una parroquia cercana , encontré uno de tus pequeños poemas, esos que me dabas cuando nos escapábamos en tu auto a parajes que solo la isla de Tenerife posee y donde el mar era inevitable cómplice de nuestro amor
Se me nublaron los ojos, sentí urgencia de ir a misa, me imagine que estabas allí aunque la iglesia está en Miami, cerca de casa
Hoy fui. Me senté a mirar simplemente las imágenes de los santos, te imagine tal y como te vi la primera vez que parecía yo una fierecilla perdida en medio del atlántico ,y te vi en mi delirio y me sentí el pecador más pocamente amado del mundo
¿Verdaderamente fue amor? ¿No sería piedad, misericordia? ¿No será que viste el amor de Dios en aquellos ojos?
ReplyDeleteNo puedo juzgarte por la decisión que tomaste, cada persona es un mundo y habría que estar en tu lugar, en aquel preciso momento de tu vida; tendría que haber pensado con tu mente y sentido con tu corazón, saber qué planes tenías para tu vida, que sueños futuros no quisiste truncar.
Como haya sido, cada decisión que tomamos en el pasado, fue siempre la que teníamos que tomar, nunca debemos reprocharnos nada, todo sucede por algo, todo lo que hacemos tiene un por qué y las decisiones que hemos tomado, algunas más acertadas que otras, han ido fabricando la vida que hemos vivido, de cada experiencia hemos aprendido algo y esas enseñanzas han formado al ser humano que hoy somos.
Reprocharnos o arrepentirnos de alguna decisión que tomamos en el pasado, sería como negar nuestra propia vida.
no creo que fue amor?, me deje amar por piedad y misericordia?, hace bien o mal ? no lo se pero al menos alguien que se creia fuera del goze de la carne con la mitad del cuerpo muerto me disfruto y yo deje que me gozara
ReplyDeleteAl menos, el tiempo que pasaron juntos, le ofreciste algo que quizas nunca mas pudo volver a vivir y no te lo critico, creo que fue bueno para ella y una experiencia para ti, que te ayudo a crecer.
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